
Bio
Hermann Schreiner

Hermann Schreiner nació en Villa Allende, Córdoba, en 1993. Su primer contacto con la música fue a través del canto coral en el Coro Municipal de Villa Allende. Durante su adolescencia, el descubrimiento de la música sinfónica despertó en él la convicción de que el arte podía ser no sólo una vocación, sino también una forma de transformación interior y una vía para habitar el mundo con mayor sentido. A los quince años comenzó a estudiar violoncello con Cristián Montes y poco después se incorporó a la Orquesta Académica del Teatro del Libertador, dirigida en aquel entonces por Finlay Ferguson. Allí comenzó a formarse en el oficio de hacer música en grupo, un arte que exige tanto el rigor profesional como la escucha mutua y el gesto compartido. Trabajó como primer violoncello en la Orquesta Sinfónica de la UNC y como contratado en la Orquesta Sinfónica de Córdoba, la Orquesta de Cuerdas Municipal y la Orquesta Provincial de Música Ciudadana.
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En 2014 tuvo un encuentro decisivo con la interpretación históricamente informada, tras asistir a un concierto de La Barroca del Suquía, dirigida por Manfredo Kraemer, y tomar una clase con el cellista húngaro Bálázs Maté. Si bien Córdoba posee una sólida tradición musical —desde las capillas coloniales hasta instituciones como el Conservatorio Félix T. Garzón (1911), el Teatro del Libertador (1891), la Orquesta Sinfónica (1932) y la tradición coral de Herbert Diehl—, aquella experiencia marcó un cambio de rumbo. Descubrió una forma de hacer música en la que el sonido recobra gesto, memoria y profundidad. Comenzó entonces a adentrarse en el lenguaje de los instrumentos de época, atraído no sólo por su sonoridad, sino por la inteligencia sensible que encierran: la forma, la retórica, la respiración que vincula texto y emoción. Lejos de ofrecer certezas, esta práctica le reveló un territorio fértil, donde las preguntas técnicas se entrelazan con interrogantes filosóficos sobre el origen, el tiempo y el sentido espiritual del arte.
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En 2015, becado por el Mozarteum Argentino, se trasladó a Buenos Aires y ganó por concurso el cargo de Suplente de Solista en la Orquesta Estable del Teatro Argentino de La Plata. Durante esos años tomó clases con Juan Manuel Quintana y se presentó en escenarios como el Teatro Colón, el Centro Cultural Kirchner, el Teatro Avenida, el Teatro Roma y el Teatro Coliseo, mientras desarrollaba una intensa actividad camerística. Participó en tres ediciones del FEMUSC (Brasil), tomando clases con Hans Jensen, y viajó a Boston para estudiar violoncello barroco con Phoebe Carrai, en busca de un vínculo más orgánico entre cuerpo, instrumento y discurso musical.
En 2021 fue becado nuevamente por el Mozarteum (Beca Teresa Grüneisen), y luego por el gobierno de los Países Bajos a través de la Holland Scholarship, lo que le permitió estudiar con Viola de Hoog en el Conservatorio de Ámsterdam. Allí profundizó en la relación entre forma y significado en la música antigua, tomando clases también con Kris Verhelst, Yunske Xato y Marten Root, y participando en proyectos en Francia, Italia, España y los Países Bajos.
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Ha tocado como invitado en múltiples ocasiones con la Orquesta Barroca de la Universidad de São Paulo y ha participado en conciertos con ensambles y orquestas como la Orchestra of the Americas (Southern Cone Tour 2017), la Sweelinck Barokorkest (Países Bajos), Art Cantorum (Uruguay), el Proyecto Bach Buenos Aires y el Ensamble Camerus (Argentina), Theatro di Cerevelli (Suiza) e Il Pomo d’Oro (Italia). Se ha presentado en salas destacadas como la Sala São Paulo (Brasil), el Teatro del Libertador San Martín (Córdoba, Argentina), el Teatro El Círculo (Rosario), el Teatro de Frutillar (Chile), así como en escenarios de Colombia, Perú, Uruguay, República Dominicana, Estados Unidos, Canadá, Francia, Inglaterra, Italia y España. Fue parte también del Festival de Música Antigua de Montreal y del Festival Internacional de Tango de Medellín, entre muchos otros.
Actualmente es primer violonchelo de la Orquesta Sinfónica de Córdoba y desarrolla una actividad musical, pedagógica e investigativa, siempre atravesada por una concepción del arte como acto de presencia, como forma de resistencia ante la disolución simbólica del tiempo y la experiencia. Es fundador y director artístico del ensamble Música Dialéctica, un grupo que entiende la tradición no como repetición, sino como memoria encarnada, capaz de generar belleza con densidad y silencio con sentido.
Inspirado por el pensamiento clásico, el ideal ilustrado y la dimensión simbólica del psicoanálisis, concibe la música como una vía regia hacia el sentido. Frente a la masividad mercantil que tiende a vaciar de contenido las experiencias estéticas, orienta su trabajo hacia una forma de hacer arte donde la belleza y la proporción sean principios rectores, rescatando la tradición como un acto vivo de cuidado, profundidad y permanencia.
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Proyectos

Música Dialéctica
Música Dialéctica es un ensamble dirigido por Hermann que concibe la música como una forma de pensamiento sonoro y vehículo de sentido. Su propuesta parte de la premisa de que cada obra musical encierra una visión del mundo, una arquitectura espiritual encarnada en sonido, capaz de interpelar al oyente más allá del entretenimiento o el virtuosismo. A través del repertorio de distintas épocas, el grupo busca activar una experiencia estética profunda, donde el arte se vuelve espacio de contemplación, memoria y transformación.
Cada programa es concebido como una travesía sonora: entre estilos, lenguajes y culturas, pero también entre cuerpo, historia y pensamiento. Su formato flexible —desde tríos hasta orquesta— le permite adaptarse a las características de cada sala, festival o contexto interpretativo, sin perder el eje de una búsqueda comprometida con la belleza, el rigor artístico y la comprensión del concierto como un ritual secular, capaz de restituir la profundidad simbólica al encuentro entre la obra, el intérprete y el público.
Cronocratores
Cronocratores es un dúo conformado por Eduardo Gramaglia (clave y piano) y Hermann Schreiner (viola da gamba, violonchelo barroco y moderno), dedicado a explorar la música como una manifestación del tiempo interior y un reflejo del espíritu de cada época.
El nombre —que significa “creadores del tiempo”— alude a una comprensión de la música no solo como arte, sino como vía de acceso a los estados más profundos de la percepción. Cada obra interpretada es entendida como una huella vibratoria de su momento histórico, una forma sonora en la que resuena el alma colectiva de una civilización. A través del gesto interpretativo, el dúo busca reanimar ese pulso esencial y traerlo al presente como posibilidad viva.
La elección de instrumentos de distintas épocas responde a un propósito anímico y simbólico: atravesar el tiempo sin nostalgia, escuchando en cada timbre el eco de lo que aún busca ser comprendido. En ese sentido, el concierto se convierte en un rito de escucha compartida, donde la materia sonora actúa como mediadora entre lo visible y lo invisible, entre la historia y el instante, entre lo que fuimos y lo que podemos llegar a ser.
Más que una reconstrucción, Cronocratores propone una contemplación activa del devenir humano a través de sus sonidos. Porque allí donde el tiempo se hace música, el alma puede recordar.

Dúo Luque-Schreiner
Dos músicos cordobeses con trayectorias internacionales convergen en un dúo donde la diferencia no separa, sino que enriquece. Lucía Luque y Hermann Schreiner, solistas de la Orquesta Sinfónica de Córdoba, han vivido y estudiado en distintos países de Europa, formándose en escuelas y tradiciones diversas.
Su encuentro musical no nace de la coincidencia, sino del deseo profundo de hacer de la música un lenguaje común, donde cada voz conserva su identidad y, al mismo tiempo, se abre al otro. De ese cruce surgen interpretaciones que no buscan el efecto inmediato, sino la resonancia perdurable: belleza compartida, fruto de la escucha, la búsqueda conjunta y el amor.
El repertorio que abordan atraviesa siglos y estilos —desde la música barroca hasta arreglos propios de repertorio popular—, con una sensibilidad que entiende cada obra como una oportunidad para crear sentido. En sus conciertos, el dúo propone una experiencia de escucha donde el violín y el cello dialogan desde la cercanía tímbrica y la complementariedad expresiva.

Córdoba Piano Trio
Córdoba Piano Trío está integrado por tres músicos con trayectorias sólidas y proyección internacional: Lucía Luque (violín), Hermann Schreiner (violoncello) y Pablo Rocchietti (piano). Unidos por la ciudad de Córdoba y por años de colaboración artística en distintas formaciones, el trío nació del deseo compartido de explorar el repertorios de trio con profundidad, libertad e identidad.
Desde obras fundamentales del clasicismo hasta arreglos originales de música popular, cada programa es concebido como un puente entre tradición y creación. En el diálogo entre piano, violín y cello —instrumentos centrales de la historia musical occidental— se despliega una amplia paleta expresiva que va de lo íntimo a lo virtuoso, de lo contemplativo a lo vital.
La propuesta del trío no apunta solo a la excelencia interpretativa, sino a ofrecer una experiencia musical que convoque al encuentro: entre generaciones, entre estilos, y entre sensibilidades diversas, recordándonos que la buena música siempre será una de las formas más potentes de comunidad.
